

El cardenal estadounidense fue elegido en la cuarta votación del cónclave y se convierte en el primer pontífice norteamericano de la historia. La elección desató una ovación multitudinaria en la Plaza San Pedro. Es apenas la tercera vez que un Papa es elegido en el mes de mayo.
En un hecho histórico, la Iglesia Católica tiene nuevo líder: el cardenal Robert Francis Prevost, nacido en Chicago, fue elegido como el 267º Papa y adoptará el nombre de León XIV. La esperada fumata blanca surgió a las 19:00 horas de Roma desde la Capilla Sixtina, anunciando que los cardenales habían alcanzado el consenso necesario tras la cuarta ronda de votaciones.
La Plaza San Pedro estalló en júbilo cuando se confirmó la noticia. Miles de fieles, turistas y peregrinos que se habían congregado frente al Vaticano, muchos desde temprano, celebraron entre lágrimas, aplausos y cánticos la proclamación del nuevo Sumo Pontífice.
Prevost, de 69 años, era hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, funciones que asumió en 2023. Su trayectoria incluye una prolongada labor pastoral en Perú, donde fue misionero durante casi dos décadas y arzobispo emérito de Chiclayo. De hecho, también posee la nacionalidad peruana.
Su perfil doctrinal moderado, su experiencia en América Latina y su cercanía con la estructura vaticana lo habían convertido en uno de los nombres fuertes del cónclave convocado tras la muerte de Francisco.
Un día de tensión y esperanza en el Vaticano
La jornada comenzó con señales de incertidumbre: una segunda fumata negra había frustrado las expectativas matutinas. Sin embargo, al avanzar la tarde, la multitud regresó a la plaza con la esperanza de una definición. Banderas, cánticos, termos de café y pancartas acompañaron la espera de la señal definitiva.
Al anunciarse el Habemus Papam, la emoción se desbordó: los presentes aguardaron en silencio la aparición del nuevo pontífice en el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde saludó por primera vez como León XIV.
Un mayo poco común para la elección papal
La elección de un Papa en mayo es extremadamente infrecuente. Solo ocurrió dos veces antes en la historia: en 1342, con Clemente VI, y en 1605, con Pablo V. Con su elección, León XIV se suma a ese escaso grupo, en un momento en que la Iglesia enfrenta desafíos globales inéditos: desigualdad, migración, crisis climática y avances tecnológicos que interpelan el rol de la fe en el mundo actual.