

La jornada del miércoles 12 de marzo estuvo marcada por graves hechos de violencia tanto dentro como fuera del Congreso, en un clima de creciente tensión social y política. En las inmediaciones del Parlamento, las fuerzas de seguridad reprimieron con dureza a manifestantes, entre ellos numerosos jubilados que se habían movilizado para exigir la prórroga de la moratoria previsional y la restitución del 100% de los medicamentos del PAMI. Además, periodistas y reporteros gráficos que cubrían la protesta también fueron agredidos en medio del operativo policial, lo que generó cacerolazos en diferentes puntos del país en rechazo al accionar del Gobierno.
Tensión en el Congreso: incidentes y escándalos en el oficialismo
En el recinto legislativo, se inició la Comisión Investigadora del Criptogate $LIBRA y se aprobó con media sanción un proyecto para destinar fondos de emergencia a Bahía Blanca tras el devastador temporal que dejó 16 muertos. Sin embargo, la sesión estuvo envuelta en escándalos dentro del bloque oficialista, con cruces verbales, discusiones acaloradas e incluso agresiones físicas entre diputados de La Libertad Avanza (LLA). La falta de control de la situación derivó en el levantamiento de la sesión.
Represión a jubilados y un fotógrafo gravemente herido
En las inmediaciones del Congreso, una marcha de jubilados en reclamo de la prórroga de la moratoria previsional y la restitución del 100% de los medicamentos del PAMI fue duramente reprimida por la Policía Federal y la Policía de la Ciudad. Durante el operativo, una jubilada fue golpeada por un efectivo y el reportero gráfico Pablo Grillo sufrió una fractura de cráneo tras recibir el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno.
Los disturbios también incluyeron actos de vandalismo, con manifestantes incendiando un patrullero en la intersección de Avenida de Mayo y Santiago del Estero, además de quemar contenedores de basura y enfrentarse con las fuerzas de seguridad, que habían desplegado desde temprano un fuerte operativo y reprimido la protesta social con gases lacrimógenosy balas de goma.
Cacerolazos en todo el país
La jornada de tensión cerró con cacerolazos en distintas localidades del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)- entre ellas Avellaneda- y otras ciudades del país, en una demostración de descontento por la represión ocurrida durante la jornada y las políticas del Gobierno.
Los sonidos de las cacerolas comenzaron a escucharse con fuerza a medida que avanzaba la noche, en un eco de protestas que se extendió por redes sociales con consignas como "Basta de represión" y "No al ajuste". En algunos puntos, las manifestaciones incluyeron cortes parciales de calles y avenidas, mientras que en otros casos los vecinos protestaron desde sus balcones y ventanas, golpeando cacerolas y encendiendo luces en señal de protesta.