El sector energético argentino atraviesa un momento de crecimiento por la expansión de Vaca Muerta y los récords de producción de gas y petróleo. Sin embargo, algunas multinacionales están replegando su presencia en el país. A la reciente salida de ExxonMobil, que vendió sus activos a Pluspetrol, ahora se suma la decisión de Raízen, la compañía que opera la marca Shell en Argentina.  

Según informó la agencia Bloomberg, Raízen contrató a JPMorgan Chase & Co. para gestionar la venta de su red de 700 estaciones de servicio y su refinería de Dock Sud, uno de los activos más estratégicos del sector.  

Raízen es una sociedad conformada por Shell Plc y el conglomerado brasileño LaCosan SA, y es el mayor productor de etanol de Brasil. La decisión de revisar su presencia en Argentina responde a un contexto financiero más exigente en su país de origen, lo que la llevó a evaluar desinversiones y frenar sus planes de expansión.  

En 2018, la compañía desembolsó cerca de 1.000 millones de dólares para quedarse con los activos que pertenecían a Shell, firma que decidió concentrarse en el upstream tras más de un siglo como proveedor clave del mercado local.  

Actualmente, Shell es la segunda marca en ventas de combustibles en Argentina, con un 18% de participación de mercado, mientras que YPF lidera con más del 50%.  

A fines de 2024, los directivos de Raízen presentaron al presidente Javier Milei su plan de inversiones para el período 2024-2027, con proyectos destinados a fortalecer la infraestructura energética y mejorar la producción de combustibles en el país. En este contexto, la posibilidad de una venta generó un fuerte impacto en el mercado y en la industria.