Con las elecciones presidenciales de Racing a la vuelta de la esquina, el panorama político del club se vio sacudido por una noticia inesperada: Miguel Jiménez, candidato de la lista Unidos por Racing, decidió dar un paso al costado y retirarse de la contienda electoral.

En una carta difundida públicamente, Jiménez explicó que su decisión se basó en su desilusión por no haber logrado la unidad entre los tres espacios en disputa. "Como todos saben, el próximo domingo tenemos la dicha de poder elegir a quienes conduzcan los destinos de nuestro amado Club por los próximos cuatro años", comenzó su mensaje.

El ahora ex candidato lamentó que su principal propuesta, la unidad, no pudiera concretarse. "No era difícil. Tres personas nos teníamos que poner de acuerdo en los lineamientos básicos y luego armar un equipo de lujo que conociera al Club. Los mejores de cada espacio", expresó en su comunicado.

Jiménez también reveló que figuras como Gustavo Costas, histórico director técnico de Racing, habían pedido por la unidad en beneficio de la institución. Sin embargo, señaló que la polarización actual entre las dos principales listas, Racing Sueña, encabezada por Diego Milito y Hernán Lacunza, mientras que Racing Gana, liderada por Christian Devia y Víctor Blanco, dificulta un escenario de consenso.

"Lamentablemente, no ocurrió. Hoy estamos ante un escenario de máxima polarización que generará una grieta en los próximos años. Nada más lejos de lo que queremos. Es por ello que hemos decidido dar un paso al costado en los próximos comicios", afirmó Jiménez.

La retirada de Jiménez deja la contienda en manos de las dos listas principales: Racing Sueña, impulsada por el ídolo Diego Milito, y Racing Gana, que lleva como principal figura al actual presidente Víctor Blanco, quien en esta ocasión se postula como vicepresidente.

Finalmente, Jiménez concluyó asegurando que, tras el 16 de diciembre, su espacio apoyará a quien resulte ganador, siempre bajo la premisa de defender el bienestar del club y evitar cualquier intento de privatización. "Queremos un Racing gigante y, sobre todas las cosas, de los socios", cerró su carta.

De esta forma, la decisión de Jiménez marca un giro inesperado en una elección que se perfila como uno de los momentos más polarizados en la historia reciente del club.