El Rojo estaba obligado a ganar para regresar a las Copas internacionales, después de dos años, algo que sirve para generar ingresos. El Decano no iba a facilitarle el tema, pero el contexto del partido le impidió la rigidez para complicar a su rival.

La primera parte iba a comenzar con dos chances para la visita que salieron desviados. Sin embargo, el Rey de Copas iba a crecer rápidamente y lo iba a acorralar al contrincante. Y a los 8 minutos, Iván Marcone lanzó un centro para Gabriel Ávalos, pero fue tomado de la camiseta, lo derribaron, el VAR chequeó la jugada y Fernando Espinoza determinó penal. A los 14, el propio Ávalos lo ejecutó, Tomás Durso lo tapó, se le escapó y abrió la cuenta.

Pero las malas noticias para el conjunto tucumano no terminó acá. Es que, a los 16 minutos, Marcelo Estigarribia le propinó un codazo a Kevin Lomónaco y Espinoza le sacó amarilla. Sin embargo, el VAR actuó, le hizo cambiar el veredicto al árbitro y lo expulsó, para dejar con uno menos a la visita.

Sabiendo del resultado a favor y el jugador de más, el equipo de Julio Vaccari fue a buscar el segundo. Una muy interesante fue el exquisito pase para Lautaro Millán, quien definió y justo se lo tapó Durso. Luego le pegó mal Santiago Hidalgo y se la sacaron en la línea.

Una de las últimas chances de un dueño de casa imparable fue una gran jugada personal de Hidalgo, quien luego disparó y Durso le ahogó el grito de gol mandándola al tiro de esquina.

En el complemento, Independiente volvió a comenzar contundente y tuvo aproximaciones importantes, pero luego dejó llegar a Atlético Tucumán, que se animó a ocasionar y patear al arco. Y a los 19 minutos, tiro de esquina, Mateo Coronel la peinó de cabeza y Mateo Bajamich convirtió el empate con un cabezazo. Si bien el asistente lo anuló primero por fuera de juego, luego fue convalidado por el VAR.

Pero la reacción del Rojo fue rápida. A los 29 minutos, Federico Mancuello sacó un centro muy pasado, Hidalgo la bajó de cabeza y apareció Felipe Loyola para acomodarla contra el palo y poner el 2 a 1. Todo el estadio gritó con mucha euforia el gol del chileno.

En un principio, tras la anotación, el Orgullo Nacional fue a buscar con todo el tercero y generó varias chances, pero en el final lo volvió a dejar llegar a los dirigidos por Facundo Sava y nuevamente comenzó a sufrir. Hasta que Espinoza dio el pitazo final y todo fue festejos y gritos eufóricos en las tribunas.

Independiente no venía en un buen momento, ante los constantes empates y un equipo que no venía jugando bien. Pero todo cambió cuando habilitaron a los refuerzos. Pese a que no mejoró demasiado su desempeño, Kevin Lomónaco, Felipe Loyola y Santiago Montiel le dieron otro aire al Rojo. En el último tramo, logró imponerse de local y llegó a cumplir el objetivo de clasificarse a una Copa internacional.

Por el momento, el Rey de Copas está en zona de Copa Sudamericana, pero, en caso de ganarle el sábado a las 19:15 a Boca en La Bombonera y que se den algunos resultados, se meterá en el repechaje de la Copa Libertadores.