El Rojo fue hacia Lanús a buscar las semifinales del certamen nacional, algo que nunca logró conseguir en su historia. Por el otro lado, un rival que venía con un presente extraordinario ya que es el líder absoluto del campeonato.

El partido comenzó muy frenético y con llegadas de ambos lados. Aunque el Fortín tuvo interesantes aproximaciones, las más profundas eran del Rey de Copas. La primera fue el cabezazo de Gabriel Ávalos que pasó apenas cerca del palo.

Con el correr de los minutos, el encuentro se fue achatando y estaba muy trabado, a causa de las faltas constantes. El conjunto de Liniers iba a tener una de las más claras, mediante un remate en soledad de Braian Romero que Joaquín Laso salvó en la línea. El equipo de Julio Vaccari se mostraba muy impreciso y le costaba generar en ataque.

En el final, si bien estaba mejor el elenco de Gustavo Quinteros, el Orgullo Nacional tuvo una interesante con una jugada de Santiago Montiel que se la dejó a Felipe Loyola y tapó Tomás Marchiori.

En el inicio del complemento, Laso bajó a Romero y Fernando Rapallini marcó penal para Vélez. A los 9 minutos, el volante lo pateó, Rey lo atajó, pero el rebote le quedó para abrir la cuenta. Tras el gol, el Fortín creció exponencialmente, mientras que Independiente jugaba nervioso y con poca claridad. Sólo un tiro de Montiel que se desvió y luego tapó Marchiori.

El encuentro se tornó bastante chato y sin generación de ocasiones. Los de Liniers buscaban demorar lo máximo posible para que pase el tiempo, mientras que el Rey de Copas estaba desesperado por buscar el empate, aunque no era eficaz.

Independiente volvió a mostrar pocas ideas en ataque y escasas generaciones de gol. De los últimos cuatro partidos, sólo convirtió un gol ante Belgrano. Se desperdició la oportunidad de ganarle a un Vélez que tuvo un nivel muy bajo durante este encuentro. Una vez más, Rey fue de lo mejor del equipo. El próximo rival será Tigre como visitante, el martes a las 18:30.