Los hinchas del Rojo fueron con mucha motivación, luego de los partidos bien disputados en las últimas semanas. De todas formas, sabían que del otro lado estaba un complicado rival que no le iba a hacer sencillo el tema. Gran recibimiento y un clima muy positivo en Avellaneda.

El encuentro comenzó bastante parejo, con aproximaciones de ambos lados. Sin embargo, a los 11 minutos, Santiago López pisó a Paulo Díaz, quien había ido abajo a trabar, y sin dudar, Yael Falcón Pérez le mostró la tarjeta roja.

Por momentos, no parecía que había uno menos en el Rey de Copas y fue con todo a buscar, pero sin generar chances claras de gol. El único que tuvo una ocasión importante fue el Millonario con un disparo de Santiago Simón que se desvió en Adrián Spörle y pasó cerca del palo.

En la segunda mitad, Independiente jugó más retrasado, sabiendo de la presión alta de River y que se venía para buscar el gol. De hecho, Julio Vaccari decidió terminar el encuentro con una línea de cinco defensores. De todas formas, el Millonario tuvo más ocasiones de gol y estuvo más cerca del primero, mediante pelotas aéreas y la profundidad de Miguel Borja.

Una de las más interesantes fue una jugada colectiva que Borja la picó y la pelota pasó apenas afuera. Luego tuvo un cabezazo que salió por arriba del travesaño.

Pero a los 35 minutos, Felipe Loyola remató un tiro libre y, tras una serie de rebotes en el área, apareció Marco Pellegrino para empujarla y abrir la cuenta. Sin embargo, Falcón Pérez anuló el gol por una mano de Juan Manuel Fedorco cuando la defensa de los dirigidos por Marcelo Gallardo querían despejar la pelota.

En el tramo final fue todo del conjunto de Núñez, que quería aprovechar el cansancio de los dirigidos por Vaccari y que también estaba con uno menos para convertir. La última fue la más clara con un disparo de Nicolás Fonseca que pasó cerca del palo.

Nuevamente, Independiente debió plantarse con un jugador menos desde la primera parte. Pasó con San Lorenzo, Racing y ahora con River. El equipo mostró carácter y se plantó ante uno de los mejores equipos del país. Las salidas de contraataque pudieron haber sido letales, pero no su po aprovecharlas.

Párrafo aparte para hablar del nuevo mal arbitraje de Yael Falcón Pérez, uno de los mimados por la AFA. Todas las "chiquitas" eran para el Millonario. La terna arbitral en general fue así, como con el tiro de esquina que omitió al principio y siguió la jugada o con el inexistente fuera de juego a Lucas González.

Ahora tendrá una semana de descanso y para mejorar falencias. El próximo rival será Belgrano en Córdoba, con día y horario a confirmar. Allí debe salir a buscar la victoria para seguir levantando en la Liga Profesional.