Racing e Independiente no se sacaron diferencias en el clásico de Avellaneda disputado en el Cilindro de Avellaneda. Fue un encuentro en el que los locales tomaron la iniciativa y más desde que su rival se quedó con diez jugadores. El local fue más, pero no pudo quebrar al Rojo en un partido cargado de tensión.

En la primera mitad, la Academia fue más profundo en ataque, aunque tuvo muchas aproximaciones pero muy pocas jugadas claras de gol. De hecho, las que tuvo fueron contenidos tranquilamente por Rodrigo Rey. Por su parte, el Rey de Copas quería salir de contraataque, pero con poca seguridad y desconfiado.

A los 29 de la primera parte, David Martínez retrasó mal un cabezazo, Baltasar Rodríguez se iba solo mano a mano a buscar el primer tanto, pero Damián Pérez le puso el cuerpo y Nicolás Ramírez lo expulsó por cortar una jugada manifiesta de gol. De esta manera, el equipo de Julio Vaccari se quedaba con uno menos.

El local fue con todo a buscar el primero, aprovechando el hombre de más. Y a los 43 minutos, Rodríguez lanzó un centro y Roger Martínez cabeceó, se desvió en Santiago Sosa y abrió la cuenta. Sin embargo, el VAR chequeó la jugada e invalidó el tanto por fuera de juego. Todo seguía 0 a 0.

En el complemento, más que nada en el principio, Independiente emparejó más el cotejo y se animó a llegar más al arco rival. Aunque Rey estuvo muy participativo, lo cierto es que Racing, que buscaba atacar mediante Johan Carbonero, tuvo muchas falencias en el fondo que el Rojo no aprovechó para anotar.

Aunque no tuvo muchas llegadas, el Rpjo tuvo una muy clara que pudo haberse puesto en ventaja. Es que Adrián Spörle salió del fondo a puro lujo, se la cedió a Gabriel Ávalos, para que habilite a Diego Tarzia, quien sacó un gran disparo cruzado y la pelota salió apenas afuera.

En el tramo final, la Academia, presionado por sus propios hinchas, lanzó su ofensiva para convertir. La más clara que tuvo fue un centro de Gastón Martirena que Adrián Martínez mandó por arriba del travesaño frente al arco.

Y a los 44 minutos, Federico Vera fue desmedido a trabar una pelota y el árbitro no dudó, le mostró la segunda amarilla para dejar al equipo con dos futbolistas menos.

Los de Vaccari aguantaron el asedio racinguista, que estaba nervioso porque no podía anotar. Hasta que Ramírez marcó el final del encuentro y todo terminó en empate, para que los jugadores académicos se retiraran silbados, al no ganar ante dos hombres menos.

Independiente no tuvo un buen primer tiempo y menos cuando quedó con diez. Sin embargo, en la segunda parte se animó a llegar un poco más, hubo una presión más alta y pudo mejorar su protagonismo. Cuando recibió la segunda expulsión, se jugó al 0 a 0, para llevarse, aunque sea, un punto del Cilindro de Avellaneda.