Docentes, estudiantes, ciudadanos comprometidos con el futuro de nuestra nación: hoy nos encontramos en una encrucijada.

Por un lado, el compromiso firme con la educación pública como pilar fundamental del desarrollo social, económico y cultural de Argentina· Por otro lado, los embates de quienes, desde una visión miope y cortoplacista, pretenden relegar la educación a un mero gasto, desconociendo su rol transformador y su carácter de inversión indispensable en el porvenir de nuestro pueblo.

La educación pública: inversión en el futuro, no gasto superfluo

Como docente y defensor adjunto de la Defensoría de Avellaneda, me dirijo a ustedes con la profunda convicción de que la educación pública no es un lujo, ni un privilegio, ni un terreno para disputas ideológicas . Es, sin lugar a dudas, la inversión más rentable que podemos realizar como sociedad.

Es en las aulas donde se siembra la semilla del progreso, donde se cultivan los valores de la ciudadanía, donde se forjan las mentes críticas y creativas que impulsarán el desarrollo de nuestra nación en las próximas décadas.

Los números hablan por sí solos: la desinversión en educación, un atentado contra el futuro

En los últimos 60 días, hemos presenciado con alarma el recorte sistemático de recursos destinados a las universidades públicas argentinas. Esta asfixia presupuestaria no solo pone en riesgo la calidad educativa, sino que también amenaza con ahogar el potencial científico y tecnológico de nuestro país.

Las cifras son contundentes

- Reducción del 15% en el presupuesto para becas y programas de apoyo a estudiantes: Una barrera adicional para el acceso a la educación superior, especialmente para aquellos provenientes de sectores vulnerables.

- Disminución del 8% en fondos para investigación y desarrollo: Un duro golpe a la innovación y al progreso científico, pilares fundamentales para construir un futuro próspero.

- Deterioro de la infraestructura en las universidades: Edificios en ruinas, laboratorios obsoletos y equipamiento insuficiente, un panorama que atenta contra la dignidad de docentes y estudiantes, y obstaculiza el desarrollo de actividades académicas de calidad.

Defender la educación pública: un deber moral y una necesidad estratégica

Ante este panorama desalentador, es imperativo alzar nuestra voz con firmeza y determinación para defender la educación pública .No podemos permitir que el futuro de nuestra nación se hipoteque por la miopía de quienes solo ven números en lugar de sueños, potenciales y anhelos de progreso.

La educación pública es un derecho inalienable, consagrado en nuestra Constitución Nacional .Es un bien social que nos pertenece a todos los argentinos, y su defensa es una responsabilidad compartida.

Un llamado a la acción: unidos en la defensa de la educación pública

Hago un llamado a la unidad de todos los sectores comprometidos con la educación pública: docentes, estudiantes, padres, organizaciones sociales, sindicatos, intelectuales . Juntos, debemos construir un frente amplio y sólido para defender este derecho fundamental y garantizar que las aulas continúen siendo faro de esperanza y motor de transformación social.

Como docente comprometido con la educación pública y defensor del pueblo adjunto, invito a los ciudadanos a participar de la marcha en defensa de la universidad pública que se llevará a cabo el martes 23 de abril .Es crucial unirnos para enfrentar el desfinanciamiento que pone en riesgo nuestros derechos

Educativos y el acceso igualitario a una educación de calidad .Juntos, podemos alzar nuestra voz y luchar por un futuro educativo más justo y equitativo para todos.

Es hora de decir ¡basta! a los ataques contra la educación pública. Es hora de invertir en nuestro futuro, en el futuro de nuestros hijos y en el futuro de Argentina.

Prof. Rodrigo E. Galetovich - Defensor del Pueblo Adjunto de Avellaneda 

“La educación es la única forma de romper con la transmisión genética de la pobreza” Raúl Alfonsín.