

Tras el golpe recibido con Huracán en Córdoba, a Racing le está costando levantarse. En un choque que ya se sabía que iba a ser caliente, no empezó bien, pero tuvo la fortuna de quedar con un jugador más y pudo levantarse. Sin embargo, todavía no logra conformar a su gente con su rendimiento y no es protagonista, como sucedió en varios partidos del año pasado. El Club, tanto a nivel deportivo como institucional, no atraviesa un buen presente.
La primera mitad estuvo repleta de polémicas y emociones. El Ciclón manejó más la pelota, mientras que los dirigidos por Fernando Gago estaban más replegados, resistiendo los ataques rivales. Cuando transcurrían 7 minutos, Agustín Giay sacó un remate que impactó en Gonzalo Piovi. Todo el estadio pidió mano. Pero la jugada siguió, a Giay le quedó le rebote, disparó y pegó en el palo. Cuando la jugada cortó, todos los jugadores fueron a reclamarle a Fernando Rapallini, quien fue llamado por el VAR, la chequeó y sancionó penal para el dueño de casa. A los 11, Federico Girotti lo ejecutó y marcó la apertura del marcador. Por muy poco no llegó a taparlo Gabriel Arias.
El Azulgrana mejoró y dominó el juego, pero estuvo descuidos en el fondo que fueron aprovechados por Racing. A los 32 minutos, una jugada en el área contraria, Juan Fernando Quintero remató, la pelota impactó en Malcom Braida, Rapallini interpretó que pegó en la mano y sancionó penal para la visita, ante la queja del elenco de Rubén Darío Insúa. El VAR le advirtió a Rapallini que la revise, el árbitro se rectificó y expresó que no ocurrió nada.
Pero a los 43 minutos, Rafael Pérez le propinó una patada a Juan Ignacio Nardoni, pero la jugada continuó. Cuando se paró, Rapallini volvió a utilizar la tecnología (por tercera vez en la primera mitad) para determinar su decisión. Ahí se vio que el defensor le dejó la pierna al volante académico y a los 48 le mostró la roja a Pérez. La Academia aprovechó el hombre de más y a los 53, Gonzalo Luján despejó, la pelota le cayó a Leonardo Sigali, quien sacó un fierrazo desde afuera del área para clavar un golazo y empatar el resultado. De todo sucedió en esta primera mitad.
En el complemento, el encuentro fue más parejo, pero Racing iba a estar levemente mejor. De hecho, tuvo varias oportunidades claras que fueron tapadas por Augusto Batalla. San Lorenzo estaba tratando de mantener la igualdad con el jugador menos, mientras su rival fue a buscar el triunfo. Por momentos, el cotejo estuvo muy planchado. Hasta que Rapallini pitó el final y selló la paridad en el Clásico entre equipos grandes del fútbol argentino.
La Academia tuvo que tener la fortuna de que un futbolista rival fuera expulsado para mejorar en su juego porque San Lorenzo tenía mejores armas para llevarse la victoria. Además, lo salvó un excelente zapatazo de Sigali, quien no venía con un buen desempeño, para igualar la historia. Sigue mal en defensa y le cuesta generar ocasiones, a menos que esté despierto Roger Martínez, pero no debe depender de un jugador. Para intentar redimirse, el próximo rival será Newell’s en el Cilindro de Avellaneda el miércoles a las 21:00.