Una vez más, el Rojo se quedó con otra de las finales que debe afrontar en la Copa de la Liga. Ahora puede tener una semana más aliviada ya que quedó a seis de Huracán. Sin embargo, no es sinónimo de relajarse porque hay que seguir con los triunfos.

En la primera parte, el Rey de Copas comenzó mejor que el Lobo y ya se aproximaba al arco. De hecho, a los 7 minutos, jugada colectiva en el área rival, Alexis Canelo abrió con Mauricio Isla, quien remató abajo de primera y abrió la cuenta. Pero no estaba conforme y fue con todo a buscar el segundo.

El Tripero sólo tuvo aproximaciones, pero esforzó poco y nada a Rodrigo Rey. Benjamín Domínguez causó algunos dolores de cabeza en la defensa roja, pero no fue acompañado. Además, el local estaba incómodo porque el elenco de Carlos Tévez tenía las líneas arriba.

En la segunda etapa, el partido se mostró más parejo, pero Independiente seguía un poco mejor. Federico Mancuello realizó una buena jugada personal, desarrolló una pared con Canelo y su tiro se estrelló en el palo. De todas formas, fue anulado por fuera de juego, aunque en la repetición se apreciaba que no había. De haber sido gol, Mancu anotaba el segundo.

Con el correr de los minutos, Gimnasia se animó más a llegar al área roja y tuvo ocasiones claras para anotar. Como el cabezazo que Rey tapó a puro reflejos. El Rojo comenzaba a sufrir porque el Lobo tenía llegadas y chances importantes. Pero a los 42, un descuido de la defensa tripera, Giménez tomó la lanza, eludió, le abrieron el camino, se acomodó, pateó y clavó un golazo para estirar la ventaja.

Ya con un momento muy adverso, el conjunto platense fue a buscar el tanto que lo ponga en partido en el final. Tras un tiro libre, Leonardo Morales anotó el descuento, pero fue anulado por fuera de juego. Pero a los 49 minutos, tiro de esquina del dueño de casa, Erik Ramírez definió en soledad, la pelota impactó en Joaquín Laso y marcó el 2 a 1. El poco tiempo disponible, Gimnasia tiró todo arriba, pero no le alcanzó.

Independiente pudo hilar dos victorias consecutivas, algo que no pasaba desde hace casi un año, y encima contra dos rivales directos. El envión anímico que les inyectó Tévez cada vez es más notorio. El juego es más prolijo, aunque todavía falla en las pelotas paradas. Hoy el Rojo aprovechó a un Lobo que está destrozado por todos lados, que le costó hacer pie en el encuentro. Le ganó justamente.

A causa de la Fecha FIFA, la Copa de la Liga hará un parate, pero el Diablo no descansa porque el próximo sábado a las 15:15 se medirá con Estudiantes en Mendoza, por los octavos de final de la Copa Argentina. Luego chocará con Huracán en Avellaneda, con día y horario a confirmar. Paso a paso y a seguir confiando.