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Cultura | 10 jul 2023

Historias de Avellaneda

Julio César Vergottini: El ciudadano ilustre que vivió durante 30 años en el “castillo” del Viejo Puente Pueyrredón

Las charlas con el fotógrafo de Avellaneda Hugo Tempesta y Rosa, su esposa y compañera, junto a su hija Gisell, nos brindan un acercamiento al universo de Vergottini, un artista reconocido a nivel nacional e internacional.


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Por: Alejandro Garat

El afamado y casi olvidado escultor Julio César Vergottini fue un artista reconocido a nivel nacional e internacional. Declarado ciudadano ilustre de Avellaneda, Barracas y La Boca. Además, fue el primer artista en viajar a la Antártida y al Ártico en un submarino estadounidense. Con un estilo de vida bohemio, vivió durante 30 años en la más original de las viviendas: las salas de máquinas del viejo Puente Pueyrredón. Actualmente, allí funciona el Museo Casa Julio César Vergottini, vivienda que aún hoy habita su esposa junto a su hija.

Donde la avenida Mitre se divide hacia dos puentes, "el viejo y el nuevo", y de acuerdo al rumbo que tomemos  podremos elegir nuestra propia aventura. En una de sus orillas, del lado de la capital sobre la Av. Vieytes, nos espera una inusual vivienda con forma de castillo, enclavada en las márgenes del Riachuelo. Es ahí donde jalando de una cuerda que acciona una campana que oficia de timbre  me recibió su mujer Rosa .  Es ahí donde surge esta historia.

La casa se mantiene casi en el mismo estado que cuando conocí a este particular personaje de forma azarosa en el año 1994 si mal no recuerdo. Rosa me invita a pasar a una habitación que oficia de cocina comedor rodeado de bocetos, esculturas, grabados, , fotografías y recuerdos. A los 64 años de edad, "se encontraba con pocos recursos económicos,y a la espera del desalojo  de otra histórica vivienda en el barrio de La Boca. Gracias a la ayuda de su amigo Benito Quinquela  y de su cuñado Guillermo de la Canal, que iniciaron la gestión ante la Secretaría de Obras Públicas, se mudó al 'Castillo' en el año 1974", me confirma Rosa cuando le pregunto sobre cómo llegó Julio a esa casa.

En una entrevista realizada para ATC, donde puede verse a el escultor ya instalado en el torreón dice: "Yo vivía en Vuelta de Rocha en un lugar donde estaba gente como mi amigo Benito Quinquela o Filiberto. Donde se formó el "Bermellón” (primer grupo multidisciplinario de jóvenes artistas de La Boca, 1919) y... Un día me pidieron la casa, es decir, me hicieron salir de una casa que tenía una historia, para construir algo que hasta el día de hoy no se ha construido". Entonces se produjo algo inusitado, algo insólito. Me ofrecieron un castillo. Y aquí vivo, enclaustrado en un castillo, que no es de cristal, sino de cemento. Es una pequeña diferencia de material.”  

Sobre su vida reflexionaba: ¿Qué podré decir? Es muy sintética mi vida, no tiene altos ni bajos. Es una vida destinada a hacer escultura, pintura y dibujos, que es mi profesión. Algunos vecinos se referían a él como 'el concejal del puente' y, tal como lo reflejaban sus propias palabras: 'en él soy un señor feudal y mis únicos súbditos son una perra y 5 gatos' (Archivo Histórico RTA Ciclo 'Historias de la Argentina secreta” 1984, Rollo 1402).  

En palabras de Hugo, fotógrafo que documentó la vida del artista en sus últimos años y realizó una muestra fotográfica en el CMA de Avellaneda en el año 2021, “'Don Julio'  fue  el legado de Rodin en Argentina. Estudió con Arturo María González a los 14 años de edad. El maestro González había sido discípulo de Rodin, por lo que Bergottini se consideraba nieto artístico del genio francés. Adhirió a su estilo naturalista de fines del siglo XIX, del que no se apartó jamás. Acompañó el arte con una vida austera y despojada de comodidades”.   

Con solo 23 años, comienza a viajar por Latinoamérica, África y Europa. Junto a su inseparable hermano Carlos, vivió 2 años en una pensión de París rodeado de varios artistas, de quienes aprendió nuevas técnicas. Su bar preferido era La Rotonde, porque era el epicentro  de artistas, intelectuales y creadores  . Y lo confirmó en una foto que Rosa me muestra donde se pueden ver a los hermanos en la puerta del café. Obtiene el segundo premio en el concurso sobre Jean Mermoz organizado y costeado por la embajada de Francia.   

Cuando le pregunto a su esposa sobre los viajes y su hermano 'Carlitos', como ella lo nombra, dibujante que firmaba con el seudónimo Marius en el diario La Nación, me cuenta algunas cosas que enriquecen aún más este relato y podría dar lugar  para hacer otra nota sobre la vida de este personaje aún más desconocido pero igual de interesante que su hermano. Me cuenta Rosa : “'Julito' siempre contaba cosas como la vez que estaban en África y Carlitos pudo escapar de una tribu de caníbales o las atrocidades que vieron en la guerra del Chaco, donde fue corresponsal. Ellos nunca pudieron olvidarse de esas cosas”. Su hermano Carlos se suicidó arrojándose al Riachuelo debido a una avanzada enfermedad que no pudo soportar.   El trágico final de su hermano parece ser una paradoja teniendo en cuenta que Julio pasaría el resto de su vida viviendo y trabajando sobre las márgenes del Riachuelo, donde Carlos murió.

Entre sus esculturas emplazadas cabe destacar el Busto del Almirante Brown en la Plaza de los Suspiros del barrio de La Boca ;uno  en Montevideo (Uruguay) otro  ubicado en Fox Fort,  ( Irlanda) ;  Monumento a la Madre emplazado en Tres Arroyos, el Monumento a Alfonsina Storni y Celedonio Flores  en el cementerio de la Chacarita; monumento al Gaucho, enviado a Río Grande; “Cabeza de Sarmiento”; los bustos en bronce “Espora” y “Rosales” del Museo Naval de Tigre y el Museo Naval de Quilmes;  “Levando Anclas” en el paseo Caminito; Hilario Ascasubi, ubicado en el “Jardín de los Poetas” del rosedal de Palermo; busto de Mahatma Ghandi en la Embajada de la India de Argentina; Martín Fierro en Avellaneda ; y otras obras para el Bellas Artes de La Plata. Además obtuvo el tercer premio en el anteproyecto del Monumento a la bandera de Rosario.

En el parque Paseo Almirante Brown de Crucecita (Avellaneda) se instaló en 1962 el “Monumento a la Madre” . Todavía permanece como testimonio el anfiteatro en la intersección de Zeballos y Castelli. Unía la Av. Mitre, con Roca y 12 de Octubre. Sus dimensiones eran de unos 20 metros de ancho y 300 metros de largo. Era un paseo muy parquizado que se construyó en 1961, y se cerró al acceso público en 1971. Se levantó en ese sitio un galpón para garage impidiéndole el acceso al pasaje, el cual por lógica debió haber sido una calle pública. En aquel espacio verde, del lado de Mitre, se levantó el primer monumento “A la madre” , rodeado de una pequeña fuente azulejada. La estatua luego fue trasladada al parque de Domínico.

Falleció el 6 de mayo de 1999 a los 93 años,sus restos descansan en el cementerio de Avellaneda. Fue un hombre hermanado íntimamente con la ciudad de Avellaneda, dejando sus obras en plazas y parques de nuestra ciudad, nuestro país y el extranjero. 

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