Por: Santiago Montenegro

Tarde soleada. Día de la madre. La gente que pudo desprenderse de la reunión familiar junto con sus respectivas progenitoras o que no la pudo tener por distintos motivos y tenía ganas de estar en el Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini, presenció la última presentación de Independiente en su cancha. También la de Julio César Falcioni en Avellaneda. Sin embargo, las plateas no estuvieron repletas, a diferencia de las populares que sí lo estaban. Los hinchas discrepan con la táctica del Emperador y el equipo no contagia. Sólo esperan que concluya este año para el olvido.

El partido comenzó favorable para el Rojo, que llegaba con Leandro Fernández y Batallini por los costados. Los primeros 20 minutos fueron todos para el dueño de casa, que persistió en el área rival. Luego detuvo su ataque y Banfield empezó a llegar, pero sin tanta contundencia. Milton Álvarez no se vio esforzado para evitar el gol contrario. Eso sí, el Taladro estaba muy impreciso en el fondo y el Rey de Copas no supo aprovechar eso para llegar al gol. De todas formas, por momentos, el cotejo fue muy chato, sin aproximaciones y mucho juego en la mitad de la cancha.

En la segunda mitad, los dirigidos por Falcioni volvieron a iniciar mejor. A los 8 minutos, Fernández ejecutó un débil tiro libre que pegó en la barrera. La peleó en el rebote y la pelota le cayó a Juan Cazares, quien asistió a Batallini para que remate mano a mano contra el arquero Facundo Cambeses y ponga el 1 a 0, pero la asistente Gisela Trucco invalidó el gol por fuera de juego. Sin embargo, el árbitro Jorge Baliño fue advertido por el VAR de que estaban chequeando la jugada, por lo que el partido quedó demorado por cinco minutos ya que estaban trazando la línea y verificando si realmente estaba adelantado. Allí se comprobó que estaba habilitado, le avisaron a Baliño y el referí convalidó el tanto.

Rápidamente y con motivación, Independiente fue a buscar el segundo. En un contraataque letal, Luciano Abecasis derribó a Batallini y a los 15 de la segunda etapa salió expulsado por doble amonestación. Lo curioso es que había ingresado en el entretiempo y había visto la primera amarilla hacía dos minutos. Momento rojo y pesadilla del elenco de Javier Sanguinetti. De todas formas, el tramo final iba a ser un sufrimiento para los de Avellaneda. Falcioni replegó el equipo y Banfield empezó a llegar y acorraló a su adversario. La gente en las tribunas sufría y se indignaba con el entrenador porque no salía a buscar otro tanto para estar más aliviados y asegurarse el triunfo. Las aproximaciones de la visita fueron permanentes, pero tampoco alcanzó para poder empatar el resultado. La mejor fue un tiro de Juan Manuel Cruz que tapó Álvarez a puro reflejos. El respiro de alivio recién llegó cuando Baliño pitó el final.

Una vez más, el Rey de Copas no disputó un gran partido y terminó sufriendo con un hombre más. Le faltó más ataque y ser más punzante, además de las graves falencias en las pelotas aéreas, en la precisión de los pases y en las resoluciones. Esto es algo que preocupó y molestó durante todo el ciclo Falcioni, algo que concluirá después del choque con Boca, con día y horario a confirmar. ¿El próximo director técnico? El que toma la delantero es Gustavo Quinteros, de actualidad en Colo Colo de Chile, pero aún no hay nada asegurado.