Por: Santiago Montenegro

El Cilindro no para de ser una fiesta. Desde la previa hasta el post partido, la gente no dejó de alentar. Y es entendible, las ilusiones por obtener su 19° torneo nacional están intactas. El recibimiento, con bengalas de humo y fuegos artificiales, fue imponente, sumado también al ensordecedor griterío de la hinchada. Sabían que hoy era un día trascendental en la lucha por el título, por eso había que ganar como sea. Y cumplió. Ahora la tabla de posiciones está que arde. De seguir así, lo que nos espera la última fecha… Que definición. En la jornada 27 está el Xeneize juega como local ante Independiente y la Academia con River. Choque de grandes y donde, si ganan el Millonario y/o el Rojo, pueden ayudar a su Clásico rival a quedarse con el certamen. Por su parte, el Decano se medirá con Defensa y Justicia en Florencio Varela.

El choque arrancó positivo para el local. A los 4 minutos, Carlos Lampe quiso jugar con Nicolás Thaller, pero la dejó demasiada corta y aprovechó Enzo Copetti para tomarla, empujarla y poner en ventaja rápidamente a Racing. Tremendo blooper del arquero boliviano que condicionó a su equipo. El eufórico grito de gol del público racinguista fue tremendo. El aliento comenzó a ser más fuerte. Sin embargo, el partido se tornó más parejo y el conjunto tucumano comenzó a ocasionar más. Pero las mejores ocasiones las tenía el elenco de Fernando Gago. A los 31, Johan Carbonero, uno de los jugadores más determinantes del equipo, disparó sin ángulo y convirtió el segundo del encuentro. Pero el VAR cortó la alegría. Luego de que el árbitro Facundo Tello haya revisado la jugada, lo anuló por un fuera de juego de Matías Rojas, quien rozó la pelota y asistió al colombiano. Pero a los 43, en una extraordinaria jugada colectiva, Mena se proyectó, armó una pared con Copetti y el chileno remató al segundo palo para poner el 2 a 0 y que el Cilindro explote. Tras el gol, la gente coreó: “Chileeeeno, chileeeeno”. Así se iban al descanso.

En el complemento, Racing se quedó y atacó poco, respecto a la primera parte. El cansancio se hacía sentir en los jugadores. El equipo aplicó más un juego defensivo y salir de contraataque. De todas formas, algo sufrió porque Atlético Tucumán fue con todo a buscar el empate. Eso sí, la asociación Mena y Emiliano Vecchio seguía imparable. Una de las más claras la tuvo el Decano, a través del cabezazo de Bruno Bianchi que se estrelló en el travesaño. Luego, a pesar de estar arriba tranquilamente, iba a haber diferencia entre los propios futbolistas. Edwin Cardona ingresó y se peleó con Carlos Alcaraz por patear un tiro libre. Todo terminó con Alcaraz enojado, Cardona ejecutando la falta, que fue flojo y fácil para Lampe, y la hinchada estallando con silbidos para el colombiano. Antes, cuando finalizó la primera etapa, Copetti tuvo un enfrentamiento con Carbonero, donde hasta tuvo pequeñas agresiones. Minutos después se estrecharon la mano y todo quedó bien. Cosas de partido.

Cuando Tello pitó el final del encuentro, la gente cantó bien fuerte, con alegría, con euforia, con ilusiones. Todo el estadio de pie para alentar y aplaudir a sus jugadores. Y para no estarlo. Su equipo les valora todo el apoyo que le brinda su gente. Además, Racing acumula cinco cotejos consecutivos consiguiendo los tres puntos como local. En el Presidente Perón se hace muy fuerte. Pero lamentablemente ahora tendrá dos choques de visitante. Primero viajará a Santa Fe para medirse con Colón el viernes a las 16:30 y luego se enfrentará con Lanús el martes a las 19:00. Después cerrará con River en su casa, pero todavía no hay día ni horario definido. Se vienen tres finales para la Academia que deberá conseguir resultados positivos si quiere mantenerse en la lucha por obtener el Torneo Binance 2022.