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Deportes | 6 oct 2022

Liga Profesional

Independiente perdió con Central Córdoba en Avellaneda y cortó su extensa racha de victorias

El Rojo no jugó bien y perdió con el Ferroviario 2 a 1, en un partido donde sufrió muchos errores arbitrales, pelotas en los palos y hasta un gol en contra insólito. Pasó del aliento a los silbidos, aunque el descuento agónico apaciguó un poco a la gente.


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Por: Santiago Montenegro

En la previa, la fiesta en el Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini era absoluta y el clima era distinto. El cambio de gestión del fin de semana y la prolongada racha de triunfos eran los principales factores que mantuvieron a los hinchas aliviados y con ganas de cantar. “El Club es de los socios, oooooh”, se escuchó al principio del encuentro. La primera parte fue aliento puro, pero ya la segunda disminuyó después de la seguidilla de goles de parte de la visita. Allí pasó de ser una fiesta a ser un ambiente repleto de murmullos y silbidos. Pero en el final, el Rojo descontó y la ilusión para rescatar una igualdad era enorme. Hasta que Andrés Merlos marcó la conclusión y el público se retiró rápido. El equipo fue despedido entre aplausos y chiflidos. La bronca principal es con el entrenador Julio César Falcioni.

El primer tiempo fue parejo, aunque no abundaron las ocasiones claras de gol. Independiente jugó más por el sector izquierdo, buscando el espacio y tratando de encarar al área. Sólo llegó con disparos suaves que César Rigamonti logró contener fácilmente. La mejor fue un tiro de Nicolás Vallejo que salió apenas arriba del travesaño. El elenco santiagueño aplicó un juego muy brusco que el árbitro Merlos prácticamente avaló. Tomás Pozzo recibió una fuerte patada que lo dejó afuera unos minutos y después un codazo que le cortó la cabeza y después fue vendado. Ninguna fue sancionada con falta. El Toto siguió en cancha. Vallejo no corrió la misma suerte. Le propinaron una patada abajo que era de amarilla, pero el referí dejó seguir. Desafortunadamente, ante la caída, el juvenil cayó con todo su peso arriba del brazo, se dislocó el hombro y fue reemplazado por Rodrigo Márquez. El clima hostil aumentaba en las tribunas, no tanto con los jugadores, sino con Merlos.

El complemento iba a comenzar adverso para el Rey de Copas. El Ferroviario abundaba en su área. Entró más despierto. A los 4 minutos, Alejandro Martínez lanzó un centro, Jesús Soraire lo recibió, entre Lucas González y Edgar Elizalde no lograron pararlo y quedó mano a mano con Milton Álvarez, remató y abrió la cuenta. La defensa roja flaqueó y le tiró la alfombra a Central Córdoba para que convierta el gol. Rápidamente, los dirigidos por Falcioni fueron a buscar el empate. Centro de Márquez, cabezazo de Leandro Benegas y la pelota se estrelló en el travesaño. Ahí, el conjunto santiagueño sacó un gran contraataque que concluyó en tiro de esquina. Y acá ocurrió la insólita del encuentro. Ese mismo córner generado, lo ejecutó Hernán López, Milton Álvarez salió muy mal, no logró despejarla con el puño, Juan Manuel Insaurralde tampoco pudo con el pie y, en vez de reventarla, la empujó para su propio arco. Increíblemente, el Rojo quedó abajo 2 a 0. Un blooper tremendo. Luego mostraron una repetición que, antes de que saliera el contraataque, hubo una mano no revisada por el VAR, lo que hubiese pasado como en Defensa y Justicia vs Racing: pasar de una chance clara de uno, al penal para el otro.

Central Córdoba estaba más confiado y empezó a armar más jugadas por el medio y a patear más al arco. El ambiente se tornó caliente, ahora no con Merlos, sino con el Chaco Insaurralde. Pero el Orgullo Nacional fue a buscar el descuento. Sergio Barreto cabeceó y la pelota pegó en el palo. Luego Márquez quiso sacar un centro, pero la pelota impactó en la mano de Soraire. En la reiteración, se ve claramente que era penal porque su brazo estaba extendido. Pero para el VAR y Merlos no hubo nada. A los 45 minutos, buen centro de Alex Vigo para que Elizalde cabecee y ponga el 2 a 1. La ilusión del público por llegar a la igualdad despertó el aliento. De todas formas, no generó claridad y fue derrotado en casa.

En conclusión, Independiente disputó un flojo encuentro y no doblegó a la defensa del Ferroviario. En la primera parte le costó crear situaciones y fue muy impreciso con la pelota en los pies. En la segunda etapa pudo encontrarle la vuelta, pero por errores defensivos y una insólita jugada, le convirtieron dos goles. La suerte no estuvo de su lado porque dos tiros impactaron en los postes. Además, el arbitraje de Andrés Merlos fue clave en el resultado. El Rojo fue perjudicado. En resumen a los fallos, no le sancionaron dos penales que con la presencia del VAR sí se los pudieron haber dado, mientras que a Pozzo lo castigaron casi todo el encuentro y terminó con la cabeza vendada y Vallejo salió lesionado por una patada de atrás. No hubo sanciones de falta en ninguna de las ocasiones remarcadas. El próximo rival será Tigre en Victoria el domingo a las 13 horas.

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