viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº1941

Deportes | 1 oct 2022

Liga Profesional

En un partidazo, Racing remontó la historia y quedó a un punto de Atlético Tucumán

La Academia se fue al descanso perdiendo 3 a 1, en el complemento dejó otra muestra de carácter y venció agónicamente a Rosario Central por 4 a 3 para sumar su cuarto triunfo consecutivo y seguir prendido en el Torneo Binance.


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Por: Santiago Montenegro

Las ilusiones siguen intactas en los hinchas de Racing. Clima precioso se vive, no sólo hablando del tiempo, sino también del estadio. Acuden a la cancha con pasión y con ilusiones de ver un buen partido. Por momentos, el equipo no les responde y producen malestar, pero en el transcurso del partido, la alegría se hace notar y vociferan las canciones manifestando ilusiones por el título, tanto en el principio como en el final. Eso es lo que generan los comandados por Fernando Gago en su público. En la presentación de la formación antes del comienzo del juego, todos los jugadores son aplaudidos, aunque se destaca más el de Leonardo Sigali, un referente del plantel, al igual que Gabriel Hauche.

Previo al inicio, Matías Rojas recibió una camiseta y una plaqueta, en el marco de haber llegado a los 100 cotejos con la piel celeste y blanca. Ahí ya comenzaron los aplausos y la euforia racinguista. Esto aumentó a los 7 minutos, cuando la defensa del Canalla quiso despejar la pelota, pero impactó en el cuerpo de Carlos Alcaraz para abrirse la cuenta en el estadio Presidente Perón. Pero Central iba a reaccionar contundentemente, mientras que la defensa de Racing iba a mostrarse desenchufada del partido, más que nada por el sector de Facundo Mura y de Emiliano Insúa. A los 18, gran centro de Lautaro Blanco, cabezazo de Facundo Almada y el elenco rosarino marcó el empate.

La Academia perdió terreno no sólo abajo, sino en el mediocampo. Los contraataques de Rosario Central eran letales y fue así cómo buscó dañar el arco rival. Cinco minutos después de igualarlo, Aníbal Moreno la perdió ante un encendido Blanco (fue la figura de la primera mitad). El defensor que ayer estuvo de extremo corrió, le metió un exquisito pase a Facundo Buonanotte para que defina ante la salida de Gabriel Arias y revierta el marcador. Extraordinario gol. Esto apagó más el aliento del público local. Para colmo, a los 33, Blanco doblegó nuevamente a Mura, habilitó a Gino Infantino, quien metió un centro de media vuelta para conectar con la cabeza de Alejo Veliz y ponga el 3 a 1. La juventud canalla apareció para enloquecer al equipo de Gago en la primera parte y la exigencia de la hinchada hacia sus protagonistas no se hicieron esperar. Tras el pitazo de Pablo Echavarría que marcaba el entretiempo, los hinchas despidieron con silbidos a sus futbolistas. Las esperanzas de alcanzar a Atlético Tucumán y seguir por el camino a la gloria se apagaban.

Pero el complemento iba a ser totalmente. Es que Carlos Tévez replegó a sus jugadores para que mantengan el triunfo parcial. Pero fue un grave error. Dejaron llegar a un Racing motivado, a pesar del resultado. Cuando dicen que la cabeza juega mucho, es verdad. Los rosarinos aguantaron 20 minutos más. Es que Nicolás Oroz bajó de cabeza un centro de Insúa y Emiliano Vecchio le pegó de primera para descontar. La ley del ex. Y el empate para ilusionarse con una épica remontada llegó dos minutos después, a los 22, tras un centro de Vecchio, un cabezazo en soledad de Maximiliano Romero y una pésima salida de Jorge Broun. El grito de gol de la gente fue eufórico, esperanzador. El aliento fue imponente.

Pero cuando se decretó la remontada, todo el estadio se vino abajo. En el verde césped, en el banco y obviamente en las tribunas. La emoción que generó fue indescriptible. Hay que entenderlo, todo ocurrió a los 46, cuando se diluía la historia en Avellaneda. Jugaron rápido un tiro de esquina, Oroz lanzó un centro y Aníbal Moreno, quien fue responsable del segundo gol de Central, metió un cabezazo espléndido, dejó estático a Broun para poner el 4 a 3. Épico lo que sucedió. Moreno se sacó la camiseta, corrió hacia la hinchada y lo gritó entre lágrimas. Lo festejó como el gol de su vida. Inexplicable lo que sucedió en el Presidente Perón. Y en el final, la gente explotó de alegría y, por un tiempo prolongado, se quedó cantando en las tribunas. Lo vivido anoche fue tremendo. Mientras los hinchas egresaban del estadio entonaban canciones de ilusión con el título. Lógicamente, no se olvidaron de Independiente, su eterno rival, y de Boca, con quien pelea el torneo además del Decano.

Racing dio otra muestra de que está bien, que puede pelear el campeonato hasta el final, tiene actitud y perseverancia. No claudica y busca la victoria. Ya lo demostró con Unión el domingo pasado y anoche hizo exactamente lo mismo. La cabeza juega un rol muy importante. El próximo compromiso será Defensa y Justicia en Florencio Varela, el miércoles a las 19:00, y buscará mantenerse con la fe de conseguir el torneo.

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