viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1962

Cultura | 27 sep 2022

EMPA

Néstor Crespo: “Si la cultura cambia, la educación también debe hacerlo”

Lo afirmó el músico y uno de los docentes fundadores de la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA), quien habló sobre la enseñanza y los objetivos que tiene la escuela que lleva 36 años funcionando en nuestra ciudad.


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Por: Lucas Farina

La  Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA) es uno de los baluarte y orgullos en términos académicos que tiene nuestra ciudad, debido a su innovación y su estilo único en educación musical en Latinoamérica. Desde “Avellaneda Hoy” tuvimos la oportunidad de entrevistar a uno de sus docentes fundadores y músico, Néstor Crespo quien habló sobre su fundación, enseñanza y los objetivos de la escuela que lleva 36 años funcionando. 

-¿Cuáles fueron  los objetivos que se tuvieron en cuenta para fundar una escuela de música popular? 

Fue en el año 1985 cuando  el Dr. José Gabriel Dumón Director General de Cultura y Educación de la Prov. de Buenos Aires convoca a reuniones a Manolo Juárez (folklore) Hugo Pierre (Jazz) y Horacio Salgan (Tango) llamado Consejo Académico, con el objetivo de crear una escuela que enseñe música popular. 

En futuras reuniones fuimos convocados no más de  quince profesores entre los que se encontraba Armando Alonso quien me convoca a dar clases de Guitarra  Jazz. En esas reuniones el objetivo era desarrollar un plan de estudios más dinámico. Me parece  importante destacar que la mayoría de los profesores veníamos trabajando como músicos en el campo de la música popular y también dábamos clases particulares o privadas.

Y así fue que en el año 1986, sin edificio propio comenzamos a dictar clases en la Escuela Normal que está en frente a la plaza Alsina, para muy pocos alumnos, luego en una escuela en la calle Italia y a partir del 2014 en el edificio propio en la calle Vélez Sarsfield 680.

-Como se núcleo con la Municipalidad la creación de este espacio?

El verdadero impulsor de este proyecto fue Manolo Juárez quien insistía en decir que en lugar de crear un Conservatorio había que crear un “Renovatorio”,  con el objetivo de replantear la enseñanza musical que por esos años estaba en mano solo de los conservatorios. Por todo esto es que se hicieron muchísimas reuniones con la Municipalidad de Avellaneda que junto  a la Dirección Artística de la provincia de Buenos Aires, se trabajó para lograr abrir esta escuela.

-¿Cómo son los conservatorios? ¿Qué tiene este de diferente?

 He tenido el privilegio de trabajar durante 30 años en la EMPA (Escuela de Música Popular de Avellaneda) y actualmente desde el 2010 en el DAMus – UNA ex- Conservatorio Nacional López Buchardo motivo por el cual pude experimentar claramente las diferencias entre ambas instituciones, y creo que la principal diferencia entre ambas es, que en el Conservatorio el plan de estudio radica en enseñar músicas en su gran mayoría de Europa Central mientras que en la EMPA se enseña música popular dividida en tres géneros musicales: Tango – Jazz y nuestro Folklore.

-¿Qué tipo de enseñanza brindan? 

Claramente el interés que se persigue es el de brindarle a los alumnos las herramientas musicales, ya sean teóricas o instrumentales, para que puedan desarrollar sus subjetividades ya sea, en sus arreglos o composiciones.

Se escucha mucho al alumno en cuanto a sus inquietudes y de esa manera,  modificar contenidos o planes de estudios con la creación de nuevas cátedras.

La música popular no es un espacio estanco, por el contrario posee un dinamismo muy evidente el cual hace que, muchos jóvenes quieran estudiar y lograr una salida laboral como instrumentista o cantante dentro del campo de la música popular.

-¿Qué perspectivas fueron tomadas en cuenta para abordar una carrera de música popular en un escenario donde lo común está ligado al estudio más conservador de la música?
 
El principal objetivo era dejar en claro que “Si la cultura cambia, la educación también debe hacerlo”. Transmitir orgánicamente lo vasto de la nuestra cultura popular, que hasta el momento solo se realizaba de manera oral, era el objetivo principal. Recuerdo que algunos de los fundadores que tenían ya una amplia trayectoria como músicos profesionales (vale aclarar que cuando se fundó la EMPA yo tenía apenas 24 años) insistían en formar músicos “tocadores” y no profesores de música. Hoy en día y ya pasados 36 años desde su fundación, humildemente creo que esa premisa fue lograda. Muchos de los egresados han tenido una excelente carrera artística llevando nuestra música por el país y por todo el mundo. 

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