Por: Franco Scrofani

El fantasma del descenso se alejó definitivamente del "Docke". La angustia que conlleva esta dramática situación obliga a los jugadores a salir al campo de juego con demasiada presión y el miedo a equivocarse precipita al plantel a tomar decisiones equivocadas durante el desarrollo de los encuentros. 

En esos momentos, lo más importante es obtener un triunfo resonante que otorgue la confianza indispensable para encontrar la calma y salir rápido del pozo depresivo del descenso. La victoria sirvió para aumentar el autoestima del equipo y quitarse del lomo la pesadísima mochila del descenso. En estas condiciones la sensación de alivio es elocuente tanto en los jugadores y el cuerpo técnico como en toda la hinchada.

Por tal motivo, el triunfo del equipo de Cristian Tula se festejó como la obtención de un campeonato. Fue una victoria sufrida y polémica a la vez con un gol que se hizo esperar: fue a los 30 minutos del segundo tiempo cuando el cero se rompió a favor del “Darsenero” luego de que Tamborelli asistió a Chaparro. Este último se sacó de encima al defensor adentro del área, remató rasante y estampó el triunfo que desencadenó una inmensa alegría para los "Inundados" y la desilusión para todo Jota Jota. El equipo rival protestó porque creían que Cavallera había rechazado y la pelota no había ingresado.

Finalmente, el árbitro Edgardo Zamora con el aval del juez de línea, convalidó el tanto y fue un tremendo desahogo para Dock Sud que ahora sueña con ingresar a la zona del "Reducido".