Los docentes y las familias, las que pudieron, se pusieron al frente de la educación de los niños mientras el gobierno de Kicillof desperdició un tiempo precioso donde no hubo planificación para el regreso, ni reparación de los edificios, ni tampoco construcción de nuevos establecimientos educativos.

Es imperioso el regreso a las clases presenciales en la Provincia de Buenos Aires, pero esto exige una revalorización de la educación en el gobierno de Kicillof a fin de dar cumplimiento al “Protocolo marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y en los institutos superiores” aprobado por el Consejo Federal de Educación.

En este sentido, es preciso considerar:

1. El regreso a las clases presenciales debe responder a un plan que pondere la justicia educativa priorizando a las alumnas y alumnos menos favorecidas/os por sus condiciones sociales y que no han tenido posibilidades reales de aprendizaje. En este sentido, priorizar la matrícula de estudiantes que han perdido contacto con las instituciones educativas. 

2. El regreso seguro a la presencialidad debe realizarse en escuelas que cuenten con agua potable y apta para consumo, baños sin letrinas, alcohol, sanitizante, lavandina y espacios dignos para la enseñanza y el aprendizaje. En el conurbano todavía hay escuelas sin conexión a cloacas, sin agua potable, sin baños para docentes y hasta con letrinas. Todo el 2020 y lo que va del 2021 se podría haber aprovechado para reducir esta deuda social.

3. El regreso seguro a las clases presenciales no debe poner en riesgo la salud del cuerpo docente y no docente el cual viene realizando una tarea inconmensurable; desde la entrega de bolsones de alimentos escasos hasta poner sus propias herramientas y elementos tecnológicos adquiridos para la virtualidad sin apoyo ninguno del Estado provincial. Es preciso considerar la diversidad de realidades dentro de la Provincia de Buenos Aires y las diferencias evidenciadas entre las instituciones públicas y privadas, para auxiliar a los más desfavorecidos en favor de una justicia educativa que favorezca la construcción de dignidad. En el ciclo 2020 el estado se ausentó de su rol educador y dejó librada a la formación académica de las jefas y jefes de cada familia, abandonando a los niños de los sectores populares que no contaban con acceso a internet ni a dispositivos que los vinculen con las tareas que enviaban las y los docentes.

4. El regreso seguro a las clases presenciales debe contemplar un plan urgente de vacunación real y efectivo para el personal docente y auxiliar. Porque, aunque no quieran reconocerlo, la educación y el rol docente es esencial en un país que quiere abandonar el subdesarrollo y tener una población mejor educada para los desafíos que impone el mundo del empleo en el siglo XXI.

5. La educación como bien social es irremplazable y debe ser una prioridad en la gestión provincial. Durante el 2020 se evidenciaron problemas de deserción escolar, sobre todo en el nivel secundario. Si no hay mayor inversión y mejor gestión la brecha de la injusticia educativa seguirá ensanchándose.

Es necesario comprender que la distribución de los bienes sociales debe perseguir un fin equitativo y que cuanto más se tarde en empoderar a los menos favorecidos, menos justo será nuestro presente y, peor aún, nuestro futuro. La escolarización y el empleo son ordenadores sociales, pero se debe garantizar el hábitat de aprendizaje y valorar a nuestros docentes. Hay distintas realidades en esta Argentina desigual e injusta, cada jurisdicción debe tomar las medidas necesarias para garantizar el derecho humano a la educación.

Es necesario que las autoridades brinden mayores precisiones sobre la modalidad del regreso a las clases presenciales. En este sentido, otorgar mayores y mejores herramientas para la organización del cuerpo docente (cargas horarias, distribución de grupos, etc.) Después de haber transcurrido el ciclo 2020 las instituciones educativas no pueden seguir trabajando sobre la improvisación. Es imperioso que, desde la DPdeCyE, elaboren un plan detallado de cómo se llevaría a cabo el regreso contemplando la carga de horaria del cuerpo docente y cómo articular con otras instituciones barriales las actividades lúdicas, recreativas y deportivas. 

En este momento particular, resulta fundamental que el gobierno de la Provincia de Buenos Aires brinde claridad en los conceptos y en la forma de llevar a delante el regreso seguro a las clases para que este sea uniforme, contemplando las diferentes realidades pero también sabiendo que hay inquietudes comunes que al momento no están  resueltas.

Qué importante desafío para los gobernantes, los gremios, los partidos políticos y la sociedad en su conjunto que, aunque sea por una vez, y en un problema que se plantea en el presente pero que impacta en el futuro, se pudiera convocar a especialistas de todos los colores políticos para conformar una mesa que colabore para salir de la crisis. Argentina fue un país que permitía cumplir sueños a través de su sistema educativo: “Todos los problemas, son problemas de educación” (Sarmiento)

Lic. Ariel Domene
Ex Secretario  de Cultura  y Educación de Quilmes