La miel es uno de los alimentos más antiguos consumidos por la humanidad, y sus beneficios para la salud han sido objeto de múltiples investigaciones científicas. Reconocida por sus propiedades nutricionales, terapéuticas y organolépticas, este producto natural elaborado por las abejas se posiciona como un aliado clave para el bienestar integral.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la miel es un alimento “nutritivo, saludable y natural” que no solo cumple una función como endulzante, sino que también aporta sales minerales, enzimas, vitaminas y proteínas que le otorgan propiedades únicas.
A continuación, un repaso por sus principales beneficios, en base al artículo científico “Miel, propóleos y jalea real: una revisión exhaustiva de sus acciones biológicas y beneficios para la salud”, publicado en la revista Oxidative Medicine and Cellular Longevity en 2017:
Cicatrización y cuidado de la piel: La miel medicinal ha sido utilizada históricamente para tratar heridas, quemaduras, picaduras, trastornos cutáneos y úlceras.
Uso pediátrico: Tiene efectos positivos en el tratamiento de dermatitis infantil, eccemas y psoriasis.
Tratamiento de úlceras del pie diabético: Se ha demostrado su eficacia para tratar este tipo de lesiones, gracias a su poder antibacteriano.
Mejora la digestión: Facilita la absorción de azúcares y almidones gracias a sus enzimas naturales. Además, posee propiedades bactericidas contra patógenos intestinales.
Salud bucal: Se ha usado para tratar enfermedades como gingivitis, halitosis, estomatitis y placa dental.
Alivio de la tos y el dolor de garganta: Su acción antiinflamatoria, antiviral y antifúngica la convierte en una aliada frente a infecciones respiratorias.
Reflujo gastroesofágico: Contribuye a proteger las mucosas del esófago y el estómago, actuando como una barrera natural frente al ácido gástrico.
Gastritis y úlcera péptica: Inhibe al agente causante de estas afecciones y contribuye a calmar el dolor estomacal.
Gastroenteritis: Un estudio de 2010 halló que reemplazar la glucosa por miel en una solución de rehidratación oral aceleró la recuperación de pacientes con diarrea.
Tránsito intestinal: Puede aliviar tanto el estreñimiento como la diarrea viral, mostrando efectos comparables o superiores a los tratamientos convencionales.
Salud hepática y pancreática: Su acción antioxidante y su capacidad para equilibrar el sistema hepático la hacen útil frente a enfermedades como el hígado graso.
Corazón y sistema cardiovascular: Reduce factores de riesgo metabólicos y mejora indicadores cardiovasculares, actuando como un cardioprotector natural.
Si bien se destacan sus múltiples propiedades, especialistas advierten que deben tenerse en cuenta posibles alergias y que aún son necesarios más estudios para establecer dosis adecuadas y mecanismos de acción precisos.