

El precio del pan y los productos panificados registró un incremento del 12% este semana en las panaderías de la provincia de Buenos Aires, según informó la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN). El ajuste, explicaron, responde a las “constantes subas del precio de la harina y otros insumos” que afectan al sector.
Con la actualización, el kilo de pan pasó a costar $2800 en los barrios y entre $3000 y $3300 en las zonas céntricas, de acuerdo con los costos de producción de cada comercio. El aumento busca compensar la suba del precio de la harina, que también se incrementó un 12% en las últimas semanas.
El referente de CIPAN en Merlo, Martín Pinto, sostuvo que la decisión fue adoptada por la comisión directiva de la entidad junto a representantes de distintos centros de panaderos. “Desde abril no aumentábamos los precios, pero la situación es insostenible. Además de los insumos, ahora también se suman los problemas con los alquileres, que tras la derogación de la ley, se actualizan cada dos o tres meses, e incluso mensualmente en algunos casos”, señaló.
Los industriales remarcan que el incremento busca sostener la actividad en un contexto de caída del consumo y alta inflación, y aseguran que “los valores oficiales no reflejan la realidad de los costos diarios del sector”.
La tendencia también se replica en otras jurisdicciones. En Tucumán, el Centro Industrial de Panaderos anunció un aumento del 5% para el pan tradicional y del 7% para los productos especiales, argumentando “la inestabilidad económica, la suba del dólar y los mayores costos operativos”. Con la nueva lista, el kilo cuesta entre $3150 y $3200.
El presidente del Centro, Pablo Albertus, advirtió además que las ventas cayeron un 18% en septiembre respecto de agosto. “La gente cuida más el bolsillo. La inflación oficial no refleja la realidad: la que nos afecta está más cerca del 3%, ligada al combustible, el papel y los plásticos”, afirmó.
En La Rioja, la Asociación Civil de la Industria del Pan y Afines evalúa un aumento de entre 10% y 12%, tras los últimos ajustes salariales y subas en insumos. Allí, el kilo podría pasar a costar entre $2200 y $2240.
El nuevo incremento del pan, producto básico en la mesa familiar, profundiza la preocupación por la pérdida del poder adquisitivo y la caída del consumo en todo el país.