Independiente quedó eliminado de la Copa Sudamericana luego del fallo de la Conmebol que responsabilizó a ambos clubes por los graves incidentes ocurridos en el partido de vuelta de los octavos de final frente a Universidad de Chile. El organismo determinó que el conjunto trasandino avance a los cuartos de final, donde enfrentará a Alianza Lima, en un encuentro a puertas cerradas en Coquimbo.

El partido había sido suspendido en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, cuando comenzaba el segundo tiempo y el marcador estaba 1-1. Ese resultado favorecía a la U de Chile, que en la ida se había impuesto por 1-0. Tras la audiencia realizada en Asunción, el Tribunal de Disciplina confirmó la eliminación de Independiente e impuso sanciones severas para ambos clubes.

El Rojo deberá disputar sus próximos siete encuentros internacionales como local sin público y no podrá llevar hinchas en la misma cantidad de partidos de visitante. También deberá abonar una multa de 250 mil dólares y participar de campañas contra el racismo, la discriminación y la violencia. La U de Chile recibió sanciones idénticas: siete partidos sin público en ambas condiciones y una multa de 270 mil dólares.

La reacción en Avellaneda fue inmediata. “Perdió el fútbol, ganaron los violentos”, publicó Independiente en sus redes sociales, acompañado por una imagen de una campera ensangrentada junto al escudo del club. Su presidente, Néstor Grindetti, cuestionó el fallo y consideró que el equipo argentino debía haber avanzado a la próxima fase. La dirigencia analiza apelar las sanciones económicas y las restricciones sobre el público, aunque no planea recurrir al aspecto deportivo.

Por su parte, el presidente de Universidad de Chile, Michael Clark, celebró el pase a cuartos de final, aunque expresó su malestar por la sanción de siete partidos sin público. En un comunicado, responsabilizó a la organización de Independiente y a las autoridades locales por los hechos de violencia, aunque admitió que buscarán revertir la sanción para no perjudicar a sus hinchas.