Fue una decisión que sorprendió a todos. Julio César Falcioni suspendió la conferencia de prensa que estaba pautada para después del partido frente a Aldosivi. Desde el club habían informado que el entrenador iba a tomar contacto con la prensa, como lo hace habitualmente, pero los minutos pasaban y el DT no aparecía. Finalmente, luego de una larga espera, avisaron que el diálogo con los medios no se iba a llevar a cabo.

Fue una de las pocas veces en las que el Emperador decidió esquivar los micrófonos, lo que delata que la derrota contra el Tiburón fue un golpe que pegó duro en el Rojo. El equipo de Avellaneda viene en caída libre: lleva cuatro partidos sin ganar y apenas festejó en uno de los últimos siete encuentros.

Además, el funcionamiento colectivo ha sido pobre, con varios futbolistas que tuvieron rendimientos muy bajos. El contrato del técnico termina a fin de año y, en la semana, los directivos le habían ofrecido renovar por dos años en caso de que el oficialismo se imponga en las elecciones que se realizarán en diciembre.

Falcioni no fue el único que optó por el silencio: ninguno de los jugadores habló en el campo de juego y tampoco en la zona mixta.