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Cultura | 25 feb 2021

Sociedad

Vuelven los cines: El Gobierno se comprometió a reabrir las salas a pedido de las empresas del sector

Nación aprobó los protocolos para la vuelta de la actividad en Ciudad y Provincia de Buenos Aires. Habrá “burbujas sociales de recreación” para garantizar el distanciamiento social y prevenir potenciales contagios de COVID-19


Finalmente, tras casi un año de parate total por la cuarentena y la pandemia de coronavirus, los cines volverán a abrir sus salas. El Gobierno Nacional autorizó la reapertura en Ciudad y Provincia de Buenos Aires.

Con el objetivo de resguardar la salud de las personas involucradas en la actividad y minimizar los riesgos de propagación del virus, el Poder Ejecutivo aprobó los protocolos a implementarse para la reapertura del sector en forma gradual contemplando el contexto epidemiológico.

“El cumplimiento por cada individuo de las recomendaciones de los organismos de salud en cuanto a las pautas de distanciamiento social e higiene personal, y que el mismo adquiera el formato de hábito, es la clave tanto para la reapertura segura de la actividad motivo del presente protocolo como para desacelerar la velocidad de propagación de la pandemia”, se manifestó. En ese sentido, se argumentó que “la experiencia de cine es una actividad quieta y tranquila”, ya que en las salas, los espectadores no interactúan, dado que el foco de atención está puesto en el objetivo de la concurrencia que es ir a ver y disfrutar una película”. “Los espectadores permanecen en silencio puesto que la conversación no es permitida ni tolerada. Adicionalmente, los cines cuentan en general con equipamiento y/o instalaciones que contribuyen a la renovación y ventilación del aire”, se precisó en los fundamentos del protocolo.

El próximo jueves 4 de marzo es la fecha estimada por las autoridades del rubro para que las salas vuelvan a abrir sus puertas. En esta primera etapa, la única diferencia entre los distritos está en el aforo: en Provincia se arrancará con un 50%, mientras que en los cines porteños con un 30%. El incremento de este aforo dependerá de la evolución de la pandemia en el AMBA.

A través de las Decisiones Administrativas 133/2021 y 145/2021 el Gobierno autorizó los protocolos en los que de antemano se aclaró que trabajadores mayores de 60 años, trabajadoras embarazadas, e integrantes de grupos de riesgo están dispensados del deber de asistir al establecimiento de trabajo. Para el resto de los empleados, se les deberá otorgar elementos de prevención, protección, limpieza y seguridad. Antes de ingresar a sus puestos se les tomará la temperatura corporal.

En las salas, el uso del barbijo será obligatorio. Las personas solo podrán quitárselo para ingerir alimentos o bebidas, y se lo deberán volver a colocar después. Antes y después de cada función, las salas serán higienizadas y sanitizadas.

Para prevenir contagios, se estableció dentro de cada una de las salas de cine la ocupación de “burbujas sociales de recreación” definiéndose las mismas como espacios compartidos de proximidad entre personas que concurren conjuntamente al establecimiento y que no deben integrar durante la realización del mismo evento otra “burbuja social de recreación”. De esta forma se permite “compartir un mismo espacio en un ambiente controlado”, dado que “se mantiene la distancia entre grupos de personas no vinculadas”.

Estas burbujas de recreación no podrán ser superiores a seis personas y estarán conformadas por butacas contiguas. La distancia entre butacas ocupadas deberá ser de 1,5 metros a 2 metros, como mínimo. “Esto puede realizarse con un esquema de ocupación donde por cada butaca ocupada o butacas ocupadas por la burbuja social deberán dejarse dos butacas fijas libres a los lados de cada burbuja. También deberán estar libres las butacas que se encuentren inmediatamente adelante e inmediatamente detrás de cada butaca ocupada”. No obstante, se aclaró que este concepto podrá variar según la evolución sanitaria.

En cuanto a los horarios de las funciones, cada complejo deberá establecer un cronograma, en función de su programación e instalaciones preexistentes, que minimice la congestión de público asistente al ingreso y egreso de las funciones, así como también que contemple lapsos de tiempo suficientes para que el personal pueda llevar a cabo la adecuada limpieza y desinfección entre funciones. 

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