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Cultura | 24 nov 2020

Cine

Carlos Sorín: “Hay que prepararse para un cine de plataformas en el siglo XXI”

Lo afirmó el director de la película "El cuaderno de Tomy”, que se estrenó en Netflix, en una entrevista exclusiva para Cine Argentino Hoy.


Por: Javier Erlij | Cine Argentino Hoy

La película “El cuaderno de Tomy” que se estrenará a través de Netflix este 24 de noviembre está basada en el caso verídico de Maria Vásquez quien luego de ser operada de cáncer enfrenta la muerte con humor y decide hacer un libro para que su único hijo de 4 años la recuerde.

-¿Cómo surgió la idea de “El cuaderno de Tomy”?

Sorín: -Yo recibí de la gente de pampa films, con quien produje mi película anterior “Joel” la propuesta de hacer esta historia que hasta el momento no conocía, me dieron el cuaderno, algunos links que había en internet y ahí supe que era un desafío, primero porque no pertenece al estilo de película que habitualmente yo hago, y también por la temática intensa con lo emotivo, había que trabajar arduamente la emoción en el espectador porque la historia lo requería. Además yo estaba acostumbrado a grabar con muchos paisajes y pasar a filmar el 80% de las escenas en la habitación de un sanatorio era otro desafío. 

Durante un poco más de un año tuve entrevistas con los familiares, amigos, médicos, en donde tenía el material para hacer la materia prima, “El cuaderno de Tomy” es una ficción, pero está fuertemente enlazada con lo que ocurrió en la realidad.

-¿Cómo encaraste el proyecto de llevar la historia a la pantalla grande?

Sorín: -Fue un trabajo de mucho tiempo donde hubo varias versiones del guión a prueba y error. Al mismo tiempo la historia era muy pregnante e intensa. El personaje de María era tan atractivo, una mujer de 42 años con un hijo muy chiquito, pasando los últimos momentos de su vida y que al saber que su muerte era tan injusta pueda seguir conservando ese humor ácido y socarrón que la caracterizaba, era algo era realmente muy atrapante. La película no es sobre la muerte, sino sobre la vida. Había que mantener la película vívida porque María lo era y también  aproximarse a las diversas versiones del libro.

-¿Cómo fue la realización del casting y principalmente la designación de Valeria Bertuccelli como María Vásquez?

Sorín:- Eso se charló mucho con los productores, con Netflix. Se habló de Valeria ya que es una actriz excepcional, en el casting, todos fueron un hallazgo y la película no hubiese sido posible sin ellos. Y también tuve suerte, porque es algo que también depende de la disponibilidad de cada uno por ejemplo, y acá se alinearon los planetas para hacer una película con el elenco que la misma necesitaba.

-¿Y el hecho de trabajar con tu nieto cómo fue?

Sorín:- Mi nieto es un histrión, siempre fue así y además vivió arriba de los escenarios con los shows de sus padres, y viajaba por toda Latinoamérica, o sea que tímido no es.

-¿Fue distinto rodar lejos de todo a lo que estabas acostumbrado? El pasar a paisajes mínimos, a la producción a pedido, ¿cómo fue el proceso?

Sorín:-Yo considero que el hecho de enclaustrarse en una habitación fue para mejor, en el sentido de que los paisajes eran los paisajes interiores de los personajes, y eso le permite a ellos trabajar con mucha más sutileza, matices, gestos y miradas.

–¿Que pensas vos sobre el hecho de que cuando se llega a los momentos en la vida donde no hay más solución, no se habla de eutanasia pero si de sedación por compasión –como ocurre en la película–, y como fue abordar esa temática con los actores ?

Sorín:-El tema de la eutanasia cada uno lo puede evaluar en consideración de sus creencias, las morales son diferentes, es una decisión absolutamente personal. Lo que sí es que la eutanasia en una película así era peligrosa, es una temática muy atrapante pero puede llegar a desequilibrar la película y pasar a ser una película específicamente sobre ese tópico y correrse del foco de la historia de María y su hijo que desprende mucho amor. Por eso se debía poner en el lugar justo cuando el personaje de María ya estuviera instalado.

Fue un tema que lo evaluamos muchas veces ya que era algo que facilitaba el guión, pero quisimos bajar la presencia y limitarnos llevándolo hacia el final. Pero no deja de ser un tema que está en la película, claro que sí.

-¿Va a haber otras películas bajo tu dirección que traten sobre vínculos familiares?

Sorín: -No lo sé, lo que sí es que al margen de lo que haga es algo que me conmueve mucho, porque los vínculos familiares son muy importantes en mi vida. Por lo tanto cualquier historia que se refiera a esas relaciones a mí me va a interesar.

-¿Sabés si los familiares de María Vázquez pudieron acceder a ver la película?

Sorín:-No lo sé, pero supongo que en estos días la van a tener que ver. Es difícil saber cómo reaccionan porque si bien la película refleja lo esencial que es el espíritu de María, también se toma licencias por razones obvias de narración. No es documental donde uno debe ser más estricto a lo que pasó, es una ficción. Para mí lo único esencia e innegociable es que la película refleje a María como es ella, porque ese es el motivo y la finalidad del mismo. 

-¿Fue siempre pensada para Netflix?

Sorín: -Esta película se filmó entre noviembre y diciembre y para Netflix se pensó casi desde el comienzo, quizá no desde que yo comencé a escribir, pero sí muy prontamente a eso. También  siempre se estuvo muy presente en el proceso de trabajo.

– De cara a –esperemos– una post pandemia, ¿cuáles son los proyectos que te esperan a futuro?

Sorín:- Una de las cosas que más me interesa es que las grandes crisis, como una guerra, o una pandemia, desencadenan cambios que ya estaban latentes en la sociedad así como también transformaciones en el negocio del cine. Lo que yo pensé que iba a ser una lenta transición de las formas tradicionales, de la sala de cine, DVD, TV a plataformas fue todo lo contrario, fue un deslizamiento rápido. Yo supongo que eso en la post pandemia no va a cambiar demasiado, yo feliz porque creo que el formato de las plataformas acompaña el momento que estamos viviendo, al siglo XXI. Salas siempre habrá igual porque a la gente le gusta salir con la familia, amigos, una cita, y comentar la peli, etc.  Pero lo decisivo de ahora en más siempre serán las plataformas, entonces hay que prepararse para un cine para plataformas, que es al fin y al cabo el cine del siglo XXI, el otro quedó de siglo XIX. 

Hace 30 años que vivo en el campo, cada vez que tenía una reunión de trabajo por más sencilla o rápida que fuera me tenía que comer 4 horas en la panamericana. Ahora ya está instalado el tema de las aplicaciones, los encuentros virtuales y el trabajo virtual, que no se van a ir, llegaron para quedarse.

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